El pasado día 12 de enero del 2010 recibimos la noticia de que un enorme terremoto había arrasado Puerto Príncipe, la capital de Haití, se calculó que el seísmo habría tenido una magnitud de 7 grados y se habría generado a una profundidad de 10 kilómetros. También se registro una serie de réplicas siendo la más fuertes de 5,9 5,5 y 5,1 grados. Este terremoto fue el más fuerte registrado en la zona desde 1770.
El primer ministro de Haití afirmó que el número de víctimas podría haber ascendido a 140.000, aunque aún no ha sido confirmado, ya que se ha echo difícil poder contar el número de víctimas debido a que los escombros invaden las calles y avenidas de Puerto Príncipe.
Bajo mi punto de vista este hecho ha provocado casi la destrucción de un país el cual era considerado como el más pobre de América, esto ha empeorado la situación debido a que no está preparado en materia de hospitales, primeros auxilios y servicios básicos de salud para hacer frente a una catástrofe sísmica de esta emvergadura.
Considero que si de esta catástrofe podemos sacar algo positivo es la enorme ayuda recibida por países como Estados Unidos, países latinos americanos y europeos como España y la coordinación de estos en materia humanitaria.
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